Ayuda a tus mayores con sus finanzas: sacar efectivo de un cajero automático

23/06/2022

Aunque estemos en la era digital, el efectivo sigue siendo un medio de pago fundamental. Una de las formas más sencillas de obtener efectivo es en un cajero automático, pero para nuestros mayores puede que no sea una tarea tan fácil como para enfrentarse a ella sin ayuda.

 

Para empezar, podemos explicarles las ventajas de utilizar los cajeros: la rapidez, evitando colas y esperas innecesarias en las sucursales, y la disponibilidad en cualquier momento, sin depender de los horarios de ventanilla. Y después, conviene acompañarles al cajero las primeras veces hasta que ganen la suficiente confianza.

Utilizar un cajero automático para obtener efectivo es sencillo, pero lo explicamos aquí paso a paso para que sirva de “chuleta” en el aprendizaje de tus mayores. Recuerda que la operativa puede variar ligeramente dependiendo de las entidades.

Primero, escoger el cajero automático adecuado.

  • A ser posible, elegir cajeros automáticos con vigilancia de vídeo o personal de seguridad, en instalaciones que permitan el bloqueo de las puertas.
  • Utilizar los cajeros del banco del que se es cliente o de entidades con las que tenga un acuerdo para evitar comisiones.
  • Explicar las normas básicas de precaución: que ningún extraño esté observando cómo saca el dinero y que cubra el teclado o la pantalla táctil con la mano mientras teclea el código. 

Segundo, sacar el dinero:

Aunque las pantallas que aparecen sucesivamente durante la operación de retirar efectivo no son siempre idénticas para todas las entidades, lo habitual es que se repitan los siguientes pasos:

  • Introducir la tarjeta o libreta hacia arriba, según la ilustración que muestra en qué sentido hacerlo. Si el cajero permitiera el uso de tarjeta contactless, solo tendría que acercarla.
  • Un mensaje en la pantalla solicitará el código. Recuérdale que debe siempre confirmarlo pulsando las teclas intro o confirmar. En caso de no recordar o dudar del número, hay que pulsar la tecla cancelar.
  • Posteriormente una pantalla puede preguntar si se desea sacar el dinero de la cuenta corriente o del crédito de la propia tarjeta (si esta es una tarjeta de crédito). Si se quiere hacer uso del crédito de la tarjeta hay que tener en cuenta que esta opción podría tener un coste.
  • El siguiente mensaje solicitará escribir la cifra que se quiere retirar y confirmarla con las teclas intro o confirmar. Otra opción para evitar posibles equivocaciones es retirar alguna de las cantidades prefijadas en pantalla.
  • En la pantalla posterior se avisará si la entidad emisora de la tarjeta va a cobrar comisión por la operación, infrecuente si se usa un cajero de la propia entidad.
  • El mensaje siguiente ofrece el justificante de la operación.
  • El último mensaje pregunta si se desea realizar otra operación, ofreciendo un sí o un no. Si solo pretendemos sacar efectivo, pulsamos no.

Tercero, mientras la máquina procesa la transacción y una vez procesada:

  • Una pantalla nos pide retirar la tarjeta. Es un momento en que hay que estar atento.
  • Tras retirar la tarjeta, los billetes estarán disponibles de forma casi inmediata. Conviene no demorarse al retirarlos, pues algunos cajeros limitan el tiempo de espera del dinero disponible en el dispensador. Es habitual demorarse guardando la tarjeta en la cartera.
  • Es conveniente contar siempre el dinero para asegurarse de que se ha recibido la cantidad correcta y, en caso contrario, entrar en el banco para solucionar la incidencia. Si el banco estuviese cerrado o se tratase de un cajero fuera de una oficina bancaria, se debe llamar al banco o al teléfono de incidencias que muestre el cajero para resolver problemas.
  • Hay que pedir a nuestros mayores que extremen sus precauciones una vez extraído el dinero. Una vez contado, hay que guardarlo inmediatamente y comprobar que no hay motivos de alarma.

Para aumentar la seguridad de la operación, además puede ser útil:

  • Es una buena práctica para los mayores y para el público en general comprobar con frecuencia los saldos para evitar robos y fraudes. Debemos ponernos en contacto inmediatamente con el banco en caso de observar cualquier retirada que no hayamos realizado.
  • Otro buen consejo, también para todos, es fijar un límite bajo para las retiradas de efectivo habituales, para limitar los riesgos en caso de robo o pérdida de la tarjeta.

 

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