Consejos para prevenir el fraude con tarjeta
Ya sabes: más vale prevenir que curar. Sigue estos consejos si quieres ponérselo difícil a los ‘amigos de lo ajeno’, y evitar, en lo posible, sorpresas desagradables por el uso fraudulento de tu tarjeta:
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No anotes nunca el número secreto junto a la tarjeta, ni lo lleves escrito en un papel en el bolso o en la cartera. Conviene memorizarlo.
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Evita la coincidencia de datos de fácil obtención (fecha de nacimiento, DNI, etc.) con el número secreto.
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Muestra algún documento de identificación cuando utilices la tarjeta.
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Toma medidas de confidencialidad al operar, tanto en establecimientos como en cajeros. Que nadie te vea marcar el pin.
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Si no la usas habitualmente, vigila que siga en tu poder.
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Comprueba los extractos del banco para detectar movimientos sospechosos.
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Ten a mano, en un lugar separado de la tarjeta, el número de teléfono facilitado por la entidad para llamar en estos casos.
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Nunca dejes a la vista el número de tarjeta ni lo facilites a otra persona.
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Guarda a buen recaudo o destruye la documentación que contenga tu nombre y el número de la tarjeta, como los recibos.
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No utilices la tarjeta de crédito como identificación personal.
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Si usas la tarjeta para comprar en internet, utiliza al menos tres de las medidas de seguridad: clave, firma, tarjeta de coordenadas, sms, contraseña, token, huella dactilar...
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No facilites datos clave de tu tarjeta para el pago de forma telemática (por teléfono, por internet, etc.), a menos que sean personas o en sitios web de total confianza.
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En caso de sustitución de la tarjeta (por caducidad, robo etc.), es preferible ir a recogerla en persona a la sucursal del banco que esperar a que llegue a tu casa por correo.