Préstamo o crédito hipotecario

Aunque la finalidad de ambos es obtener financiación, hay diferencias importantes. Mientras en el préstamo el dinero se facilita desde el principio, en el crédito se concede una cantidad de dinero de la que se podrá disponer según ciertas condiciones.

En un préstamo, la entidad entrega una cantidad fija de capital que te comprometes a devolver mediante cuotas periódicas en un plazo previamente pactado. De esta forma, ambas partes tienen claro cuál será el coste total de la operación, el importe de los intereses a pagar y la vida de la deuda.

Cuando se trata de un crédito hipotecario, tu banco establece el límite máximo que está dispuesto a prestar, del que puedes hacer uso o no en su totalidad durante un tiempo determinado o indeterminado.

Ejemplo de crédito:

El banco pone a tu disposición 120.000 euros y dispones de su totalidad. En el año 6 de la vida del crédito, momento en que ya habrás amortizado 5.000 euros de principal, te surge una nueva necesidad financiera (ej. comprar un coche, reformar la casa…). Tu contrato te permite volver a disponer de los 5.000 euros amortizados, en las condiciones que se hubieran pactado para disposiciones “posteriores” al momento inicial.

 

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