Informe de la OCDE sobre consumidores y finanzas sostenibles

11/01/2024

Tal y como contábamos en este postAbre en ventana nueva, las finanzas sostenibles están en el centro de  muchas iniciativas en todo el mundo. Una de ellas es el informe “Consumidores financieros y finanzas sostenibles”, publicado por la Task Force on Financial Consumer Protection de la OCDE, que explora los retos a los que, internacionalmente, se enfrenta la economía verde.

El informe define las finanzas sostenibles como aquellos productos financieros, estrategias y actividades de los mercados financieros que apoyan y dan prioridad a objetivos económicos, sociales y medioambientales a largo plazo, mitigando los efectos medioambientales o sociales adversos o promoviendo resultados positivos.

El informe examina las tendencias de los consumidores en la demanda de este tipo de productos, en crecimiento sobre todo entre los más jóvenes. Estos productos te ofrecen una la oportunidad de alinear tus valores personales con los productos financieros que contratas, promoviendo la transición energética, la mitigación del cambio climático y el apoyo a determinadas causas sociales.

El informe también informa sobre los posibles riesgos que rodean las finanzas sostenibles y pueden erosionar su credibilidad. Por ejemplo:

• Diseños y calidad deficientes.
• Información inadecuada o engañosa
• Bajo nivel de conocimientos financieros y entendimiento de los conceptos relacionados con la sostenibilidad.

Además de otros peligros propios de este movimiento, como la desconexión entre los compromisos y lo que sucede en la práctica en materia medio ambiental (greenwashing o “eco-postureo”), en cuestiones sociales (social washing) o respecto a su impacto en la economía real (impact washing).

Por todo ello, es muy importante conocer tanto las herramientas de protección de los consumidores como las respuestas que a nivel internacional ofrecen reguladores y supervisores. El informe destaca algunas de estas herramientas:

• La divulgación y la transparencia a la hora de comercializar estos productos.
• La importancia de su calidad, es decir, que se diseñen para cumplir con las necesidades e intereses del público objetivo.
• La necesidad de una conducta y cultura responsable por parte de las entidades.
• El trato equitativo a los consumidores.
• La existencia de mecanismos de reclamaciones y recurso.
• La importancia de la educación financiera y los conocimientos de los consumidores.