Construye tu propia casa y finánciala
19/07/2022
Si estás pensando en construirte una casa a tu gusto, ya sea tu futura vivienda habitual o una segunda vivienda, puedes contar con un producto financiero específico para este fin: el préstamo hipotecario autopromotor. Es similar a la hipoteca tradicional, pero tiene algunas particularidades que debes tener en consideración:
- En primer lugar, es necesario que tengas un terreno de tu propiedad sobre el que construir. Resulta muy poco habitual que una entidad financie también la adquisición del solar.
- La entidad bancaria te solicitará el proyecto de obra visado por el correspondiente Colegio de Arquitectos y la licencia municipal de obras.
- La entidad no te va a entregar el importe concedido de una sola vez. Irás accediendo a los fondos según avanzan las obras. Generalmente, la entrega del dinero sigue este proceso: el banco liberará un pago inicial para comenzar la construcción; después, dispondrás de nuevas cantidades a medida que vayas recibiendo las certificaciones de obra, y, finalmente, recibirás el resto cuando termina la edificación, con el fin de cerrar con la constructora.
- Es habitual que durante la edificación la entidad aplique una carencia de capital, de manera que sólo se paguen intereses y se comience a amortizar la deuda cuando la obra haya finalizado
De forma similar a lo que ocurre con las hipotecas habituales, lo normal es que estos préstamos autopromotor financien hasta el 80% del presupuesto de las obras o del valor de tasación estimado de la vivienda terminada, la cantidad más baja de ellas. Por ello, debes contar con ahorros para afrontar el 20% restante y los gastos de licencia, impuestos, registros, etc.
Y algo muy importante: el presupuesto debe estar bien elaborado y cerrado. No ajustarse a lo presupuestado puede llevarte a agotar el dinero sin haber terminado la construcción de tu vivienda.