¿Necesitas reorganizar tus pagos?

25/05/2021

Coincidiremos en que dirigirte a tu entidad financiera para decirle que tienes dificultades al afrontar los pagos comprometidos con ella no es agradable. Pero se trata, sin embargo, de una actitud valiente y responsable con tus finanzas que puede evitarte más disgustos, como la acumulación de intereses de demora o que aparezcas en ficheros de morosos, entre otras consecuencias. Ninguno estamos exento de que la vida nos presente giros más o menos inesperados que tengan un fuerte impacto en nuestras finanzas.

Llegado este caso, la entidad puede plantearte varias alternativas:

  • Una renegociación de las características de las operaciones en vigor y con las que tienes dificultades: reducción de la cuota, incorporación de carencias, rebaja de tipos… Estas modificaciones pueden formalizarse en contrato privado, aunque a veces puede ser necesario el reflejo en escritura pública, como suele ser el caso de los préstamos hipotecarios.
  • Una reestructuración de la deuda, que implica la cancelación de los contratos en vigor y formalización de otro u otros nuevos. Debes tener en cuenta que la cancelación anticipada de los contratos puede conllevar algún tipo de penalización o comisión, pero en cualquier caso también eso deberá ser objeto de la nueva negociación con la entidad.

Estas operaciones pueden llevar asociados gastos de Notaría, Registro y gestoría.

Existen empresas expertas en este tipo de negociación con las entidades que, a cambio de unos honorarios, te pueden asesorar y pueden ser útiles, sobre todo si mantienes deudas con varias prestamistas.

Analiza bien los términos de la operación resultante de la negociación. Con frecuencia se materializa en reducción del número de cuotas a pagar mensualmente, así como una disminución del importe total mensual dedicado al pago de deudas, pero esto no significa que te estén perdonando parte de lo que debes, simplemente se altera el calendario de pagos, alargándose, y en algunos casos, incrementando el pago total de intereses a lo largo de vida de la operación. Esto no es bueno ni malo, simplemente te advertimos sobre ello; en algunas circunstancias es la única forma de afrontar los pagos y sanear tus finanzas.

Algunos consejos que pueden serte útiles en este proceso:

  • Sé sincero con la entidad y/o el asesor que te ayude, ocultar información puede que haga que las opciones que te planteen no sean las más adecuadas en tu situación.
  • Sé realista contigo mismo respecto a la posibilidad de afrontar esta nueva deuda en el futuro: quieres resolver el problema de forma definitiva, no encontrarte al cabo de un tiempo en una situación similar.
  • Analiza y comprende cada una de las opciones que te presenten, no te quedes con dudas respecto a la nueva operación que afrontarás.
  • No te comprometas a hacer algo que tú sabes a ciencia cierta no vas a poder cumplir. Y cuando te comprometas, cumple con lo pactado.
  • Reflexiona sobre la forma en la que has manejado tus finanzas hasta la fecha, quizás debas realizar algunos cambios en tus gastos e ingresos ante unas circunstancias distintas.

La legislación actual recoge algunos supuestos para la renegociación y reestructuración de deudas que deberías revisar por si son aplicables a tu caso:

  • Medidas tomadas en relación con la situación derivada de la pandemia Covid-19.
  • Medidas recogidas en el Código de Buenas prácticas.
  • Ley 25/2015, de 28 de julio, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de la carga financiera y otras medidas de orden social.
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