Posibles utilidades de tus tarjetas

20/01/2022

Con frecuencia sustituimos el efectivo por otros medios de pago basados en novedades tecnológicas que, adecuadamente utilizados, resultan muy útiles, nos facilitan trámites, nos ahorran tiempo y apoyan el desarrollo de ciertos sectores de actividad o zonas geográficas.

No podemos decir que las tarjetas de pago sean algo nuevo, pero sí que han sufrido modificaciones en su forma y funcionalidad: además de las materializadas en el clásico “plástico”, las hay virtuales, puedes activarlas o desactivarlas según necesites desde la web o App de tu entidad, y puedes tenerlas registradas en aplicaciones de pago en tu móvil o reloj inteligente y pagar con estos dispositivos como si las estuvieras presentando físicamente. Por supuesto, también sirven para hacer todo tipo de pagos online.

Además, cuando pagas con una tarjeta de crédito es frecuente que te ofrezcan, para cargos superiores a un determinado importe, la opción de aplazar el pago en 3 o más plazos mensuales, con cargo al límite de crédito que tengas concedido en esa tarjeta.

Esta posibilidad de aplazamiento se te puede plantear con posterioridad a la compra, en la Web o App de tu entidad, (puedes recibir alguna comunicación por mail o SMS anunciándote que este aplazamiento está disponible para ti), o bien en el mismo momento de realizar el pago en el comercio, en el propio TPV.

Debes tener en cuenta lo siguiente:

  • Se trata de una forma de pago distinta a la que utilizas habitualmente en tu tarjeta, ya sea fin de mes sin intereses o revolving, y que afecta sólo a los cargos concretos a los que la apliques.
  • Implica utilizar el límite de crédito que ya tienes concedido.
  • Este aplazamiento puede ser gratuito, pero también puede que te cobren un interés, una comisión o ambos.
  • Estas condiciones deben estar recogidas en el contrato que firmaste, o en alguna actualización que te haya comunicado tu entidad, pero al no haber usado esta forma de pago, probablemente no las recuerdes, por lo que te insistimos en la importancia de que revises todas las modalidades de pago del crédito que soporta tu tarjeta.

Puede ser muy tentador aplazar el pago, pero recuerda siempre que el aplazamiento genera una deuda que al final tendrás que pagar: no lo autorices con tu PIN o la OTP que te envíen sin conocer claramente las condiciones que se te aplicarán (tipos, plazo, comisiones, TAE, cancelación anticipada, plazo de desistimiento…), y pregúntate qué sucede si devuelves el producto que financiaste: si la financiación se cancela en el comercio al realizar la devolución o si sigue su curso y debes tramitar tú con tu entidad la cancelación anticipada del aplazamiento.

¡Presta atención a lo que te ofrecen! No confundas este aplazamiento que te ofrece tu entidad en base a un contrato que ya existe (tu tarjeta y sus opciones), con otras financiaciones que pueden plantearte en el punto de venta con entidades con las que no tienes relación y para las que tendrás que firmar un contrato de financiación, después de haber comprendido la información precontractual que tienen la obligación de ofrecerte. De esto ya te hablamos hace unos meses en este post.

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