Aplazamiento del pago de las compras “pequeñas”: Ir de tiendas “sin pagar”

06/07/2021

La revolución digital está modificando la gestión de nuestras finanzas y muy especialmente los sistemas de pago. Por ejemplo, proliferan las fintech que nos ofrecen el pago aplazado de compras de pequeña cuantía.  

Estarás pensando, con razón, que el pago aplazado no es nada novedoso. Sin embargo, hasta hace poco, cuando pensábamos en financiar una compra, nos referíamos a desembolsos de un importe significativo: un coche, estudios, obras en casa, y también otros objetos quizás de menor coste, pero con una característica de “durabilidad”, como los electrodomésticos.

La irrupción en el mercado financiero de las fintech está cambiando este concepto, pues su oferta incluye la posibilidad de aplazar el pago de compras más corrientes y de menor importe, como puede ser ropa, calzado o cosmética.

Su llegada a España es reciente, pero quizás ya has podido ver que comercios on line ofrecen esta forma aplazada como método de pago, y la idea es que también en un futuro inmediato se pueda ofrecer en tiendas físicas. Estas son algunas de sus características:

  • Generalmente, el cliente no paga intereses, son asumidos por el comercio. Eso no implica que no debas informarte correctamente de todas las características de la operación y de las obligaciones que asumes.
  • Te permiten retrasar el pago o fraccionarlo en varias cuotas.
  • Para el comercio, supone ofrecer a sus clientes una nueva forma de pago de manera sencilla, que puede ayudarles a incrementar sus ventas.
  • Con frecuencia, para poder aplazar las compras, debes pertenecer al club de fidelización del comercio, lo que implica que el establecimiento va a disponer de tus datos y tendrá la posibilidad de enviarte promociones personalizadas.
  • Se apoyan en apps que permiten al cliente gestionar sus pagos pendientes.

Como cliente, supone una nueva vía de financiación, bien bancaria o bien al margen de la banca tradicional, que te puede ayudar a organizar tus finanzas, pudiendo adquirir productos que necesitas sin tener que dejar la cuenta en descubierto y asumir los costes que ello genera.

Comprar y pagar luego es muy tentador, pero puede fomentar la compra impulsiva, y por ello hay que poner sensatez para no terminar endeudándose en exceso. Tarde o temprano tendrás que pagar esas pequeñas deudas y se pueden acumular.

 

Recuerda que si el importe a financiar es inferior a 200 euros, no aplica a la operación la Ley 11/2016 de Contratos de Crédito al Consumo y que, en ocasiones, puede tratarse de ofertas de financiación de intermediarios regulados pero no sujetos a la supervisión del Banco de España.

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