Terminal punto de venta
Pese al importante papel que sigue jugando el efectivo en nuestras vidas, cada vez es más frecuente –y sencillo– pagar con tarjeta de débito o crédito: la introduces o acercas al terminal, tecleas el PIN, esperas el OK del banco y ya está. Así de fácil.
Gracias al terminal punto de venta (TPV) o datáfono, podemos hacer nuestras compras de una manera cómoda y rápida. Pero, ¿qué más debes saber sobre los TPV?
Como comerciante:
- Necesitarás suscribir con tu banco un contrato que regule tus derechos y obligaciones. Suelen ser contratos complejos, por ello es recomendable que leas detenidamente su contenido y que, en caso de duda, solicites las aclaraciones necesarias.
- En caso de rechazo de una operación, es lógico que tu entidad adeude en la cuenta de tu comercio el importe correspondiente, al limitarse a cumplir con su rol como intermediario. No obstante, su decisión debe estar justificada en una orden del titular de la tarjeta, que no reconoce la autoría de la transacción.
- Si el TPV es virtual, tu banco deberá ofrecerte un servicio que permita que tus clientes paguen con tarjeta a través de internet de forma segura.
Como titular de tarjeta ten en cuenta que las discrepancias relativas a la calidad de los productos adquiridos no son reprochables a tu banco: deberás resolverlas con el establecimiento comercial.