El cálculo de intereses: ¿un problema de base?

Fíjate bien en tu contrato, porque es más importante de lo que crees. Esta vez nos referimos a la base de cálculo de tus intereses, el factor que permite dividirlos proporcionalmente en días, meses o años.

Tradicionalmente, la banca ha empleado la base de cálculo 360, comúnmente denominada como “año comercial”, dividiendo el año en 360 días teóricos. Hasta ahora, se había considerado un “uso bancario” por la práctica reiterada de las entidades.

No obstante, hoy en día es bien distinto. Ello es debido, fundamentalmente, al posible perjuicio que sufre el cliente con una fórmula que usa días naturales en el numerador y una base comercial en el denominador. Además, han intervenido otras circunstancias:

  • La modernización de los sistemas informáticos de las entidades implica que, en la actualidad, la utilización de la metodología 365/360 carezca de razón técnica alguna.
  • Un elevado número de entidades utiliza la fórmula de cálculo con períodos uniformes, por lo que cabría entender que el anterior uso bancario consistente en utilizar la fórmula 365/360 ha perdido su condición de tal.
  • En el ámbito de las hipotecas, la nueva ley de contratos de crédito inmobiliarioAbre en ventana nueva exige actuar en el mejor interés de los clientes y evitarles posibles perjuicios.

Por ello, antes de contratar, te tiene que quedar claro qué base de cálculo se aplica a tu contrato: pide las explicaciones pertinentes y lee bien la información precontractual que se te entregue. Después, en las liquidaciones, debes saber que es considerado como contrario a las buenas prácticas y usos financieros el uso de una metodología que combine, en la misma fórmula, el cómputo del tiempo en años naturales y comerciales para calcular el devengo de los intereses.

 

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