El cheque: un viejo rockero que se resiste a morir
08/09/2022
El cheque es un medio de pago que se utiliza principalmente para abonar importes elevados, como en la compraventa de una vivienda, por ejemplo, pero cada vez su uso es más infrecuente. En 2021, se procesaron 24 millones de cheques con un importe medio de 7.665 euros, que suponen un 0,95% de todas las operaciones realizadas a través del sistema nacional de pagos (SNCE). Qué lejos quedan los casi 60 millones de cheques que se cobraron en 2012.
Esta reducción es constante desde antes de la entrada del euro. A la indudable competencia que suponen las tarjetas, en los últimos años ha venido a sumarse la que significan las transferencias inmediatas para los cheques de menor importe. Y es por ello que el importe medio por operación aumenta. Pese a todo, el cheque aún se resiste a abandonarnos, como sí ha ocurrido ya en otros países de nuestro entorno. Según las estadísticas de pagos que publica el BCE, en un total de 15 países de la UE su uso es testimonial o cero. Francia es el país donde más se utiliza, si bien acusa un notable descenso, seguido, muy de lejos, por Italia, Portugal, España e Irlanda.
Normalmente no vas a utilizar un cheque para pagar un importe pequeño, mientras que, para grandes cantidades, existen otras alternativas. En primer lugar, las transferencias ordinarias, que no tienen más límites que los que operativamente disponga cada entidad; en todo caso, el dinero llegará como muy tarde al día siguiente hábil a aquél en el que el banco receptor recibió los fondos. En el caso de las transferencias urgentes u OMF (vía Banco de España), los fondos se recibirán en el mismo día. Por último, contamos con las transferencias inmediatas en las que el importe llegará a su destino en menos de diez segundos, eso sí, con un límite de 100.000 euros.
Al menos en España, aún es pronto para «jubilar» a este veterano medio de pago. Así que te recomendamos que consultes nuestra sección dedicada al cheque cuando quieras utilizarlo con todas las garantías.