Finanzas responsables, Finanzas para todos: Finanzas con cabeza

14/10/2020

El pasado 5 de octubre, celebramos el Día de la Educación Financiera bajo el lema “Finanzas responsables, Finanzas para todos”. Seguimos tratando de explicar cómo se plasma esa idea en la relación entre clientes y entidades financieras. Se plasma en la necesidad de que todos apliquemos responsabilidad en la gestión de nuestras finanzas.

Ya hemos abordado en esta serie la responsabilidad de entidades y clientes en la contratación de préstamos o créditos y hablado de finanzas sostenibles. Ahora, queremos mostrar cómo referirnos a finanzas responsables supone ejercer nuestra responsabilidad incluso negando nuestro propio instinto. En este último post hablaremos de la Economía de la Conducta.

Todos los días tomamos decisiones que influyen en nuestras finanzas. Cuando elegimos entre pagar a plazos o al contado, cuando decidimos ahorrar más o menos o cuando nos decidimos por un producto en vez de otro. En estas tomas de decisiones estamos influidos inconscientemente por tendencias y sesgos que pueden llegar a distorsionar la toma de una decisión racional. Por ello, queremos plantearte una serie de situaciones de tu día a día en las que, siguiendo nuestros consejos, podrás controlar y minimizar este efecto y conseguir así unas finanzas más responsables:

Cuando vas a comprar un bien o un servicio, la forma en la que se nos presenta la información influye. El orden, la forma, el comunicador del mensaje y el contexto crean un “efecto marco” que el marketing maneja para incidir en nosotros. Por ello, no te dejes deslumbrar por este efecto y:

  • Si te ofrecen financiación vinculada a la compra, por ejemplo de un coche, presta especial atención a sus condiciones.
  • Fíjate en la TAE, que te servirá para comparar costes. Usa este simulador si tienes dudas.

Aunque financiar la compra de bienes de consumo es una opción, plantéate si realmente la necesitas. Cuando adquieres un bien puedes sentirte más aliviado si no afrontas todo el pago al momento. De ahí que tendamos a aplazarlo, agrupar gastos (para difuminar su efecto) y poner menos atención cuando lo abonamos (usando tarjetas en vez de efectivo, para que sea menos visceral). Todo ello parece favorecer el uso del crédito, especialmente el ligado a las tarjetas. Para moderar esta inclinación, te proponemos:

  • Que fijes tus propios límites de crédito en tus tarjetas para controlar de antemano los gastos.
  • Haz un presupuesto personalAbre en ventana nueva para planificar tu ahorro y tus desembolsos de forma que no aplaces innecesariamente tus pagos.

¿Alguna vez has gastado “como si no hubiera un mañana”? Nos puede pasar a todos como consecuencia del sesgo por el presente, que nos lleva a preferir la inmediatez del ‘hoy’ frente a la incertidumbre del mañana. Para que este sesgo no nos perjudique en el ahorro a largo plazo, te sugerimos:

  • Establecer un porcentaje fijo de tus ingresos mensuales como ahorro.
  • Utilizar este simuladorAbre en ventana nueva para calcular la renta de la que podrás disfrutar si comienzas a ahorrar hoy mismo y así motivarte.
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