“Buy Now, Pay Later”: el auge del “compra ahora y paga después”
25/05/2023
Caíste en la tentación y llegas a la caja cargado de prendas. Piensas que quizá no debiste haber cogido los últimos pantalones… Pero en la caja te ofrecen una solución rápida: “compra ahora y paga después”.
La revolución digital y los cambios en el comportamiento de los consumidores han transformado mucho el modo en que se gestionan las finanzas y, especialmente, el uso de métodos de aplazamiento de pago para compras de bienes y servicios en los puntos de venta. En este contexto, se explica el auge del “compra ahora y paga después” (“Buy Now, Pay Later”, en inglés o “BNPL”), que ofrecen los establecimientos comerciales a través de bancos, otras entidades financieras y Fintech.
Este método consiste en fraccionar y aplazar los pagos de las compras realizadas por el consumidor, ya sea en un punto de venta físico u online. Está pensado básicamente para compras de importes no muy elevados (por ejemplo, moda, deporte o electrónica). El consumidor puede decidir en el momento de la compra si desea aplazar el pago mediante un crédito concedido casi de forma automática que deberá devolver en cuotas mensuales. Estos créditos pueden tener o no intereses y comisiones, dependiendo de la oferta de la entidad, aunque es frecuente que no los tengan. No obstante, hay que valorar que, en caso de no atender el pago de alguna de las cuotas acordadas, la entidad podría cobrar intereses de demora y comisiones por impago, lo que elevaría de forma importante el coste del crédito recibido.
En España, es fácil observar cómo nos ofrecen este método de pago aplazado en numerosas compras online y cada vez más en puntos de venta presenciales.
En principio, una de las principales ventajas para el consumidor del “compra ahora y paga después” es la inmediatez en su proceso de aprobación, además de la flexibilidad financiera, pues puede pagar más adelante lo adquirido en el momento.
No obstante, antes de hacer uso de este método, es importante que conocer también los riesgos que implica:
- (i) El “compra ahora y paga después” puede provocar una falsa sensación inmediata de ahorro y, por tanto, puede generar un riesgo auténtico de sobreendeudamiento si se financian varias compras con este sistema y se incrementan considerablemente los gastos en meses futuros, comprometiendo el dinero del que se dispondrá a medio y largo plazo.
- (ii) No se percibe como un crédito y, por tanto, no se le dedica el mismo nivel de atención a la información recibida durante el proceso de comercialización y contratación, como ocurriría con cualquier otro tipo de financiación. De este modo, se pueden dar sorpresas en el futuro como, por ejemplo, el cobro de comisiones e intereses.
En definitiva, “comprar ahora y pagar después” resulta muy tentador, pero puede fomentar la compra impulsiva. Por ello, debe primar la sensatez en las decisiones de compra para evitar el sobreendeudamiento y comprometer las finanzas personales a medio o largo plazo.