Tarjetas revolving: ¿Cómo voy a devolver el crédito?
06/11/2020
Como hemos explicado en artículos anteriores, las tarjetas revolving ofrecen a menudo flexibilidad a la hora de elegir qué cuota quieres pagar. Esto suele suponer una facilidad para los clientes, a los que, frecuentemente, nos resulta más cómodo recurrir a mensualidades bajas. Pero, atención, debes saber las implicaciones de la cuota que elijas.
Consulta nuestro simulador para saber cuánto tardarás en pagar el crédito con la cuota elegida y los intereses que te supondrá. Piensa que una excesivamente baja solo cubrirá los intereses, posibles gastos y una parte muy pequeña del capital prestado. Cuanto más pequeña sea la cuota, más tiempo vas a estar pagando y más intereses te cargarán. Y además, corres el riesgo de que la deuda se convierta en perpetua y estés, permanentemente, cubriendo intereses y nada de capital. Llevado al extremo, ten en cuenta que si la cuota es tan pequeña que solo cubre intereses y gastos y nada de capital, tu deuda se convertirá en perpetua y estarás pagando cada mes pero siempre deberás la misma cantidad.
Sopesa bien las supuestas ventajas ofrecidas (descuentos, bonificaciones, regalos promocionales, etc.) por aplazar los pagos de tu tarjeta y compáralas con los intereses que te pueden cargar por aplazar el crédito. Por ejemplo, si fraccionaras compras por valor de 600 euros con una cuota de 20 euros durante 40 meses, a un tipo de interés de un 20%, y la entidad te devolviera un 5% de esas mismas compras, pagarías en ese periodo un total de 209,6 euros en intereses, mientras que la bonificación solo te gratificaría 30 euros.
Y ten en cuenta que cuando la entidad te ofrece la tarjeta “gratis”, generalmente se refiere a que no te va a cobrar comisión por concedértela o por su uso, pero eso no significa que no te cobren intereses por el crédito asociado para aplazar tus compras.
Finalmente, recuerda que aplazar pagos de una tarjeta revolving significa activar un crédito, por lo que es importante que:
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Explores las distintas opciones de pago de las que dispones.
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Calcules la cuota máxima que puedes asumir para pagar la menor cantidad posible de intereses.
- Compares con otras alternativas de financiación que pueda ofrecer tu entidad, o bien el mismo producto ofrecido por otras entidades.